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El Laboratorio Social de Género y Masculinidades aporta a la conversación nacional sobre paternidades cuidadoras

El Laboratorio Social de Género y Masculinidades aporta a la conversación nacional sobre paternidades cuidadoras

El Laboratorio Social de Género y Masculinidades fue parte del reciente artículo publicado por el Diario Expreso, titulado: “Padres cuidadores cambian roles familiares en Ecuador”, en el que se aborda el avance, los desafíos y experiencias de hombres que asumen activamente el cuidado dentro de sus familias.

“los modelos machistas han asociado la paternidad a la autoridad, pero no a la ternura, la escucha o la presencia constante” Leonardo García, y plantea que el trabajo con hombres debe integrar procesos educativos, comunitarios y afectivos que promuevan nuevas formas de ser padre, libres de violencia y más conectadas con las necesidades de hijas e hijos.» Expreso.ec

La nota recoge parte de la entrevista realizada a Leonardo García, quien, desde su experiencia en el tema compartió reflexiones clave sobre la necesidad de transformar los mandatos tradicionales que históricamente han asociado a los hombres a la construcción una paternidad desvinculada del cuidado emocional y de estar presentes en la vida cotidiana y el desarrollo integral de hijas e hijos. Garcia destaca que:


El trabajo sobre la paternidad en ecuador es una deuda pendiente

El Laboratorio celebra que medios de alcance nacional estén abriendo espacio para hablar de paternidades transformadoras, corresponsables y emocionalmente comprometidas. Sin embargo, también reconoce que este es apenas una aproximación que reafirma la necesidad crítica de seguir impulsando el diálogo y las acciones en torno a la al estudio de las paternidades, sus avances, problemáticas y los diversos debates más críticos y pendientes se destacan:

  • La invisibilización del abandono y la negligencia parental. Fenómenos generalizados que afectan gravemente la salud mental, la seguridad, los proyectos de vida y el desarrollo integral de muchas niñas y niños, sin una respuesta adecuada desde el sistema de protección.
  • La baja corresponsabilidad masculina en las tareas de cuidado. La carga sigue recayendo sobre las mujeres. Esto no solo perpetúa las profundas desigualdades en el trabajo reproductivo no remunerado, sino que limita las posibilidades de los hombres de vivir relaciones más afectivas, igualitarias y significativas con sus hijas e hijos y de construir relaciones igualitarias con sus parejas.
  • La escasa presencia de políticas públicas robustas, sostenidas y con enfoques transformadores de género para promover paternidades presentes y cuidadoras. Las licencias parentales continúan siendo desiguales, insuficientes y lo peor, poco utilizadas; además, son prácticamente inexistentes los programas masivos de formación, acompañamiento o campañas nacionales que cuestionen los estereotipos del «padre proveedor» o «ausente» o «la violencia», no existe, a pesar de la normativa de 2023, una sistema de cuidados que estimule la vinculación parental.
  • El abordaje del fenómeno de la violencia parental en Ecuador tiene una deuda histórica pendiente. A pesar de que es una de las formas más extendidas y naturalizadas de violencia en el entorno familiar, sigue estando escasamente visibilizada, poco investigada y débilmente abordada en las políticas públicas, en los medios de comunicación y en los entornos sociales. Entre las violencias más preocupantes se encuentran la física, psicológica, la sexual y el abandono, todas con graves consecuencias para el desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes. Estas formas de violencia suelen estar normalizadas o invisibilizadas bajo discursos de disciplina o autoridad. El abuso sexual infantil, en particular, es una de las formas más silenciadas y devastadoras. Abordarlas implica romper con la cultura del castigo, la crueldad, el silencio y promover nuevas formas de paternidad basadas en el respeto, el afecto y el cuidado.
  • Paternidades tempranas, no deseadas o forzadas. Un fenómeno silencioso, con graves efectos, que ni se aborda es la persistencia de paternidades tempranas, no deseadas o forzadas, muchas veces vinculadas a los matrimonios y uniones infantiles, tempranas y forzadas (MIUTF), que afectan especialmente a las adolescentes y a jóvenes varones en condiciones de vulnerabilidad. Estas situaciones suelen estar marcadas por desinformación, la ausencia del Estado, la carencia de Educación Sexual Integral y de mandatos patriarcales que impiden el desarrollo integral de los adolescentes, además de naturalizar la reproducción de roles de género desiguales desde edades muy tempranas donde no encuentran otras alternativas a seguir el modelo del hombre híper viril y proveedor.
  • La falta de investigación y atención sobre el impacto de la paternidad en la vida de niñas, niños y adolescentes. Aunque hay algunos estudios de pregrado, posgrado y de contadas organizaciones nacionales e internacionales, poco se sabe sobre cómo el involucramiento —o la ausencia— de los padres afecta el desarrollo emocional, educativo y relacional de las infancias en Ecuador. Sin esta comprensión, es difícil diseñar políticas públicas eficaces que pongan a las niñas y los niños en el centro y, menos, desarrollar oferta especifica para generar y potenciar habilidades, capacidades y herramientas que les faciliten un involucramiento respetuoso y significativo.
  • Falta de programas y espacios para padres. Producto de la falta de políticas no existen espacios seguros para que los hombres reflexionen sobre su experiencia de paternidad, sus miedos, heridas y deseos de cambio, sin ser juzgados ni estigmatizados, pero sí interpelados e invitados transformar su paternaje.
  • Entre otros aspectos, existe la necesidad urgente de una perspectiva interseccional que permita entender cómo la paternidad se vive de manera distinta dependiendo del origen étnico, factores socioeconomicos, la ruralidad, la discapacidad o la orientación sexual, generando experiencias múltiples que deben ser visibilizadas y atendidas, pero ademas que nos cuenten cómo se han o se están reconfigurando frente a los retos que enfrenta el país: la migración y las paternidades transnacionales, las nuevas formas de ejercer la paternidad, biológica o no, el envejecimiento de la paternidad y la disminución de la fecundidad, las restricciones hacia la adopción homoparental, los múltiples impactos de la salud mental de los padres debido a factores como el conflicto interno, la inseguridad,  la precariedad laboral y la falta de herramientas para la gestión emocional, manifestándose de diversas maneras como en cuadros de depresión, ansiedad, insomnio u otros problemas de salud gastrointestinales, aumento de accidentalidad masculina e incluso el aumento de los suicidios. Las relaciones familiares estresantes y conflictivas también repercuten negativamente en el bienestar infantil.

“Hace falta una apuesta más decidida desde el Estado, los medios y la sociedad civil para ampliar el trabajo con hombres en el ámbito del cuidado”, señala García. “No se trata solo de celebrar a los padres presentes, sino de garantizar condiciones sociales, laborales y culturales para que más hombres puedan asumir estos roles sin miedo, sin estigma y con apoyo real.” Expreso.Ec

El horizonte es la construcción de paternidades transformadoras

Desde el Laboratorio Social de Género y Masculinidades reafirmamos nuestro compromiso con el impulso de paternidades cuidadoras y libres de violencia. Hacemos un llamado urgente a las personas tomadoras de decisiones de las instituciones públicas y actores sociales a impulsar políticas públicas integrales que reconozcan la paternidad como un campo clave para la igualdad de género, el bienestar infantil y la prevención de las violencias. Apostamos por procesos formativos, campañas públicas sostenidas y metodologías innovadoras que inviten a los hombres a vincularse desde el respeto, la empatía y la ternura, derribando estereotipos y habilitando espacios donde el cuidado se convierta en una práctica cotidiana, deseada y compartida.

Invitamos a pasar del modelo de paternidad tradicional a paternidades diversas, porque transformar la paternidad es contribuir a construir igualdad y vidas libres de violencia.

Invitamos a leer el artículo completo del Diario Expreso aquí y a sumarse a esta conversación urgente sobre el rol de los hombres padres en el cuidado y la igualdad de género en el Ecuador.